dimarts, 28 d’abril del 2009

La patronal de 'botiguers' ficha a los chinos

La Unión de Asociaciones Chinas de Cataluña, con 4.000 empresas, se adhiere a Pimec

SERAFÍ DEL ARCO - Barcelona - 23/04/2007

Las tiendas y almacenes textiles de la calle de Trafalgar hace años que han dejado de pertencer a empresarios catalanes. Mejor dicho: sí lo son, pero proceden de China. El auge de esta comunidad en Cataluña, especialmente en Barcelona y muy particularmente en esta zona de la ciudad -conocida ya como el Chinatown del Eixample-, ha llevado a la Unión de Asociaciones Chinas de Cataluña, que agrupa a 4.000 empresas, a adherirse a la patronal Pimec. "La realidad es que hay unos comerciantes sin representanción", explica Alejandro Goñi, presidente de Pimec Comercio.

Es la primera vez que una asociación de empresarios chinos se integra en una patronal española, según Goñi, que no descarta repetir la experiencia con otras comunidades, como la paquistaní. "Digo ésta porque parece que está empezando a organizarse, faltan más señores Lam", señala el directivo de Pimec. Lam Cheun Ping es el presidente de la Unión y el impulsor del acuerdo, que llega tras un año conversaciones.

La Unión agrupa a 18 entidades, que abrazan tanto lo económico como la cultura. Desde la asociación textil -¿cómo no?- de Barcelona, y la de intercambio comercial entre Cataluña y China, a la Asociación de mujeres del comercio y la industria china en España. Pasando por dos casals: la asociación de paisanos de Qingtian y la de paisanos de Zhejiang.
No es casualidad. El 90% de los alrededor de 200.000 chinos que se han afincado en España -mayoritariamente durante la década de 1990- proceden de la provincia de Zhejiang, que tiene 45 millones de habitantes. Y de éstos, 160.000 son originarios de Qingtian, explica Lam Chuen. Un cuarto de los vecinos de esta localidad agrícola residen en España. En algunos casos, familias enteras.

El efecto llamada no es otro que la bonanza económica y la posibilidad de abrirse camino por su cuenta. "Primero llega uno, que se hace cargo de un restaurante traspasado -relata el presidente de la Unión de Asociaciones Chinas-. Cuando ya empieza a marchar, mete a su mujer y a dos o tres parientes, y los niños se encargan de llevar el ordenador del local cuando salen de la escuela. Mientras, el cabeza de familia ya está abriendo otro negocio, un almacén de ropa, por ejemplo". Hasta el punto de que una sola familia puede poseer más de tres negocios.

Trabajar y ahorrar, y en familia, nada nuevo en la sociedad catalana. Así es como del rollito de primavera se ha pasado al local de ropa, en cuyos rótulos aparece el correspondiente venda a l'engròs (venta al mayor) debajo del nombre del establecimiento. Para que no se diga. "Poco a poco nos estamos abriendo paso en todos los sectores, para dar respuesta a nuestras necesidades: peluquerías, inmobiliarias, agencias de viaje... Tenemos un espíritu muy emprendedor", asegura Lam Chuen.

Las cifras cantan. El Ayuntamiento de Barcelona cuenta 11.100 ciudadanos chinos empadronados. Según estimaciones de la Unión, de las 4.000 pequeñas y medianas empresas chinas que hay en Cataluña, 2.500 se ubican en Barcelona. Uno de cada cuatro chinos que viven en la capital catalana es botiguer.

"No podemos cerrar los ojos a la realidad: hay unos comerciantes en Cataluña que están sin representación. Queremos ser la patronal de todos los comerciantes", justifica Alejando Goñi, que no esconde la voluntad de Pimec de establecer mesas de interlocución para trabajar en los "dos principales problemas: la integración y las acusaciones de comerciantes y vecinos" de competencia desleal y de haber convertido zonas como la calle de Trafalgar en un monólogo.
Lam Chuen responde recordando que "tras una reciente inspección por parte de la Generalitat que duró seis meses, sólo se encontró un caso sin los papeles en regla".

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada